En la mañana de hoy, delegadas y delegados de la Corriente Sindical
d’Izquierda irrumpieron en la reunión de la Mesa General de Negociación en
la que se estaba tratando la modificación de las Relaciones de Puestos de
Trabajo del Personal Funcionario y el Catálogo de Puestos del personal laboral.
La propuesta que presentó la Administración para modificar estos dos
documentos, llevaba implícita la desaparición de 112 puestos de trabajo en las
distintas Consejerías, muchos de ellos vacantes sin cubrir, pero algunos con
personal temporal o interino ocupándolo, que de salir adelante esta propuesta,
pasarían a formar parte de las listas del paro.
Con esta acción de presión, la Corriente quiere denunciar la perversión de la
negociación que se da en la Administración Autonómica Asturiana, un modelo de
negociación teledirigido, elitista y excluyente que busca perpetuar en la
cúpula de las decisiones a las castas sindicales, marginando a la
representación directa de los empleados públicos elegida mediante las
elecciones sindicales que se celebran cada cuatro años.
De esta Mesa General de Negociación están excluidos
tres sindicatos mayoritarios en sus respectivos ámbitos: la Corriente Sindical
d’Izquierda en el personal funcionario del Principado, SUATEA entre el personal
docente y STAJ en el sector de Justicia. ¿Por qué es así? La explicación está
en el EBEP firmado por CCOO, UGT y CSIF, que
instauró un sistema de negociación indirecta que
solamente persigue consolidar una hegemonía sindical para los propios firmantes.
De estas Mesas, en cada Comunidad Autónoma, solamente forman parte quienes
tienen representatividad global en la Comunidad o en el conjunto del Estado, ignorando
la voluntad de los trabajadores cuando eligen a sus representantes en cada
ámbito. Pero es que, a mayor agravio, de dicha Mesa, en Asturies, forma parte
–por ejemplo- la CEMSATSE,
sindicato médico que nada tiene que ver con las RPTs y el Catálogo objetos de
la actual negociación. La incongruencia salta a la vista.
La
Corriente
defiende la negociación con los órganos de representación elegidos directamente
por los trabajadores. Ya que, desgraciadamente, este modelo se ha cambiado,
defendemos que la negociación se acerque lo más posible a esa representación y
que no excluya a nadie. No se entiende que en una negociación de las RPTs, uno
de los documentos teóricamente más importantes en cuanto al establecimiento de
las principales condiciones de trabajo del personal funcionario, no esté
presente el sindicato mayoritario en el ámbito en cuestión y sí esté presente
un sindicato de un ámbito ajeno (sin dudar de su predisposición y buena fe). Ni
que se excluya igualmente a cualquier representación del personal laboral.
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