La triste
realidad en el HUCA (nos consta que en Cabueñes y HVN también pasa) es que a
día de hoy, hay muchos trabajadores y trabajadoras eventuales en el HUCA sin
taquilla ni vestuario.
Acuden a su
puesto de trabajo con su bolsa/mochila por el hospital como si en un viaje de
Interrail se tratara.
Si durante
el desempeño de jornada laboral se manchan de líquidos biológicos u otras
sustancias, estos "héroes" (así se les conocía durante la crisis
COVID) tienen que coger su petate para ir a darse una ducha y cambiar su
uniforme.
Tienen que
tener sus pertenencias consigo en todo momento, dejándolas en cualquier hueco
de la unidad de trabajo, con el riesgo de robo que ello conlleva.
Nuestros
"excelentes" gestores dirán que claro, no hay taquillas suficientes
porque tienen que autorizar su compra, obras de vestuarios...etc. EXCUSAS. Esta
situación es conocida por la Gerencia del área IV desde hace años y si bien se
ha avanzado en el número de taquillas y vestuarios la realidad es que aún no
son suficientes.
Es cierto
que para trabajar en la "moqueta" con una simple bata es suficiente,
pero en la cocina o atendiendo a pacientes, es necesaria una taquilla y un
vestuario donde poder acudir después de haber sudado la gota gorda (porque
aunque haya alguien que no se acuerde, CURRANDO SE SUDA).
Todo esto
que exponemos con un lenguaje, como dirán algunos, "VULGAR" ya fue
comunicado al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales y próximamente a la
inspección de trabajo.
Porque las
leyes están para todos, incluida la administración.
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