Una jornada técnica que tuvo lugar ayer en
Oviedo incidió en la necesidad de poner en marcha medidas de control
sobre el ambiente laboral en determinadas profesiones, sobre todo en
aquellas en las que interviene alguno de los veinte productos químicos,
de uso laboral muy cotidiano, y tachados por la Asociación Internacional
del Cáncer, dependiente de la OMS, como inequívocamente cancerígenos. Cánceres que en Asturias se han relacionado
con las ocupaciones laborales: pulmón, vejiga, laringe y senos nasales.
Y atención a las consecuencias de una exposición prolongada y sin
protección a elementos como el cromo, el níquel, el vinilo y los
derivados del benceno.
Un reciente estudio en el que participó el
Hospital San Agustín, en Avilés, demostraba que el factor laboral era
clave en el cáncer de vejiga (más de 15 casos por cien mil habitantes y
año) y que la prevalencia masculina entre los afectados tenía que ver
con la profesión y, en concreto, con las industrias que utilizan
sustancias químicas orgánicas como aminas aromáticas (bencidina y
beta-naftilamina), colorantes, cuero, textiles y productos para
pinturas. También los operarios de máquinas, tipógrafos, trabajadores de
tintorerías y peluquerías y camioneros, probablemente debido a la
exposición a los gases de diésel.
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2014/09/19/asturias-registra-300-casos-anuales/1644415.html
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