La Generalitat de Cataluña tiene en sus despachos un plan privatizador
de la sanidad pública que, de llevarse a cabo, dejará en manos de
empresas con afán de lucro al menos 13 grandes instituciones sanitarias
públicas. Estas entidades, principalmente consorcios, tienen asignada
una población de más de dos millones de habitantes y, en su conjunto,
gestionan 18 hospitales, 46 centros de atención primaria y casi un
centenar de otros dispositivos asistenciales.
La adjudicación de servicios públicos esenciales a operadores privados
tiene, sin embargo, un riesgo: “Un concesionario
deficitario puede poner en riesgo la salud de las personas". En este caso la Generalitat intervendría rápidamente el servicio”, a eso se llama “privatización de los beneficios y socialización de las pérdidas”.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/10/actualidad/1360524658_353211.html
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